La efectividad de un producto agroquímico para el control de plaga, enfermedades o malezas depende de la calidad del agua utilizada durante la mezcla. Dentro de los parámetros a monitorear de manera constante se encuentra el pH y la dureza.
Cada producto agroquímico tiene requerimientos específicos en cuanto a pH y dureza, si el agua utilizada para la mezcla no cumple con estos, debe ser tratada mediante productos correctores de calidad de agua.

La dureza del agua es causada principalmente por la presencia de sales de calcio (Ca) y magnesio (Mg), así como otras menos críticas. Un agua dura presenta alta concentración Ca y Mg en contraste con un agua blanda. Las aguas duras disminuyen la efectividad de los productos agroquímicos al reducir su vida media.
El pH del agua indica su nivel de acidez o alcalinidad, está definido por la concentración de iones de hidrogeno (H). El pH influye directamente en la velocidad de degradación de las moléculas de los productos agroquímicos por lo que puede limitar su efectividad.

El monitoreo de pH y dureza de las fuentes de agua se realiza mediante tiras reactivas o equipos más precisos como los medidores electrónicos o test de dureza los cuales proporcionan valores en tiempo real. Estas evaluaciones de calidad deben ser constantes previo a cada temporada de aplicación.
Los parámetros de pH y dureza obtenidos durante la medición y los requerimientos del producto agroquímico a aplicar indican si existe o no necesidad de corregir la calidad del agua.
Clasificación de dureza del agua según CaCO3 (ppm)
En la siguiente tabla se encuentra la clasificación de aguas acorde al rango de dureza y la acción correctiva a tomar previo a la preparación de mezcla con productos agroquímicos.
